Resumen:
Tener acceso a la cultura, la literatura y la información es una necesidad y un derecho democrático. Es lo que permite que una persona comparta ideas, pensamientos y experiencias con los otros. Sin embargo, un número creciente de personas quedan excluidas de este derecho por causas de diversa índole que afectan a su capacidad lectora y de comprensión. La existencia de materiales de Lectura Fácil es un primer paso para afrontar este problema. Pero las políticas de fomento de la lectura debieran también contemplar acciones de apoyo a aquellas acciones, programas y entidades que trabajan para atraer a la lectura a las personas que no han adquirido el hábito de leer o que por algún motivo se han visto privadas de él.