Resumen:
Cuando se habla de accesibilidad, se suele pensar automáticamente que va dirigida a personas con discapacidad. Esta es una visión demasiado restringida del término. Para que un municipio sea accesible, éste debe garantizar que todos sus ciudadanos puedan acceder, utilizar y disfrutar de los entornos, productos y servicios a disposición del público de forma autónoma, segura y normalizada, independientemente de las características específicas que presenten. Para ello hay que plantear las ciudades desde la perspectiva del “diseño para todos”. Partiendo de esta idea y teniendo en cuenta la normativa sobre accesibilidad, se elabora esta guía donde se describen las características más importantes que deben cumplir el entorno urbano, los edificios de uso público y los transportes urbanos.