Las personas con discapacidad tienen dificultades a la hora de mantener un puesto de trabajo, por ello, necesitan de medios para defender sus derechos. Estos mecanismos pueden fortalecer su estabilidad laboral y facilitar la resolución de los conflictos que puedan plantearse sin llegar a la vía judicial. Las experiencias desarrolladas a nivel internacional y nacional en mediación laboral demuestran la capacidad de implementar la inclusión en el ámbito laboral.