El derecho a la sexualidad de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo. Herramienta de evaluación de la implantación del posicionamiento e informe de implantación 2020

Abstract

El presente documento recoge, en primer lugar, un cuestionario elaborado y validado por la Asociación Sexualidad y Discapacidad y Plena Inclusión España que pretende ser una herramienta eficaz para que los centros y servicios puedan valorar su realidad en relación a la implantación del posicionamiento sobre el derecho a la sexualidad de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, que fue aprobado por Plena Inclusión en el año 2018 y que establecía ocho dimensiones mínimas que han de tenerse en cuenta. Se ofrece una versión del mismo que permite la autoevaluación y el acceso, de manera inmediata, a un autoinforme específico sobre el propio centro o servicio. Por otra parte, y con el objetivo de establecer un diagnóstico de las entidades frente a dicho posicionamiento, se recogen los resultados de un estudio realizado a partir de una muestra de 203 participantes (se advierte que es un tanto irregular en cuanto a su ponderación respecto al conjunto de entidades de Plena Inclusión Confederación). Entre las conclusiones se destaca que la sexualidad es un tema que se está teniendo en consideración a pesar de que aún queda mucho camino por recorrer y también que la percepción del personal de atención directa y el personal con algún tipo de responsabilidad no siempre es la misma, aspecto que sería necesario mejorar mediante, por ejemplo, el establecimiento de protocolos de actuación. Las puntuaciones más elevadas se han encontrado en relaciones personales (77,5%), perspectiva de género (76,5%) y autonomía y autodeterminación (71,5%), considerando así las personas consultadas que esa medida está implantada en gran medida. En el caso de los factores: intimidad (65,2%), consideración hacia su cuerpo desnudo y su pudor (65,0%), identidad de género y orientación sexual (61,1%) se percibe que el grado de consecución es medio. Por último, el trabajo compartido (51,0%, pero con un significativo 41,7% para el grupo de personas con responsabilidad), la información y educación sexual (49,5%) y los apoyos necesarios (47,7%), obtienen puntuaciones por debajo del 5. Esta fotografía de cómo los y las profesionales perciben que se está trabajando en torno a la sexualidad de las personas con discapacidad intelectual permite establecer un punto de partida para detectar mejoras y desarrollar nuevas estrategias para seguir avanzando.