Resumen:
El objetivo de esta guía es ofrecer una serie de parámetros para que la digitalización educativa sea accesible. El documento se basa en el derecho a una educación inclusiva bajo el principio de la accesibilidad para que las personas con discapacidad puedan participar de todos los ámbitos de la vida social, entre ellos el acceso a la educación. En este sentido, la guía explica que es “fundamental” tener en cuenta las necesidades específicas de cada persona para el acceso y uso de estas tecnologías aplicadas a la educación y el aprendizaje, teniendo en cuenta, además, que el desarrollo de la tecnología en las últimas décadas y la transformación digital ha supuesto un cambio importante para la sociedad que ha llegado también al sistema educativo, y cuya implantación “debe superar” las barreras de exclusión del alumnado con discapacidad. Dentro de este contexto, se incluyen una serie de propuestas para garantizar la inclusión, centradas en la accesibilidad universal, contra la brecha digital social, para garantizar la participación del alumnado con discapacidad, ante la vulnerabilidad socio-familiar, para prevenir las situaciones de violencia y abuso y sobre la gestión de metadatos. Además, la guía mantiene que la utilización de los estándares (o normas técnicas) de accesibilidad TIC por parte de las instituciones educativas resulta “esencial”, ya que, según explica, los productos, servicios y contenidos digitales en este entorno “son crecientes” tanto en volumen como en frecuencia de uso por parte del alumnado y comunidad educativa, tales como la web, la secretaría virtual o libros electrónicos. De ahí que, los profesionales encargados de su desarrollo y mantenimiento deben conocer la normativa técnica aplicable para garantizar su accesibilidad. Por otra parte, también se aportan una serie de orientaciones y estrategias con el fin de facilitar la inclusión de características de accesibilidad en el proceso de digitalización de las aulas.