Resumen:
Dirigido a profesionales, este manual ofrece una perspectiva general del enfoque de la discapacidad intelectual centrado en la familia. En tiempos pasados, las investigaciones se llevaban a cabo asumiendo que, debido a que la discapacidad intelectual era una condición “anormal”, las familias también debían ser anormales o “defectuosas”. Esta perspectiva tan negativa se descarta en este documento, en pro de una más reciente y positiva, que reconoce la diversidad entre las familias y hace hincapié tanto en las fortalezas del individuo como en las de la familia. La obra parte de algunas premisas clave: en primer lugar, las familias con casos de discapacidad intelectual tienen más puntos en común con otras familias que diferencias; no existe un modelo de unidad familiar típico u óptimo; y, por otra parte, los miembros de la unidad familiar deben ser tenidos en cuenta si la intervención tiene como objetivo alcanzar una independencia para las personas con discapacidad intelectual. Por último, la autora destaca que tener un hijo con discapacidad intelectual no tiene por qué convertirse en la máxima preocupación familiar.