Resumen:
Los hermanos suelen ocupar un papel destacado en la vida de las personas con discapacidad, ya sea como referentes afectivos, cuidadores o, incluso, como tutores. Cada vez asumen más responsabilidades en este sentido, que deben conjugar con sus proyectos de vida, familia, trabajo o ambiciones personales, tomando en muchos casos el relevo de sus padres en el cuidado de su hermano/a. El presente documento tiene como objetivo principal visibilizar la situación de los hermanos de personas con discapacidad intelectual o del desarrollo y dar a conocer las necesidades que éstos presentan para proporcionarles así los apoyos adecuados. Se muestra en el informe que existe un estrecho vínculo entre ellos pues una gran mayoría (87 %) mantiene un contacto al menos semanal (que en el 27 % de los casos es diario) y apuntan que los compromisos laborales son la principal causa para no dedicarles un tiempo suficiente. También resulta muy significativo el hecho de que un 84 % asume que estará directamente involucrado en la tutela de sus hermanos en el caso de requerir una incapacitación en el futuro. En base a los datos recogidos y analizados, Plena inclusión reclama que se haga efectiva la propuesta recogida en el Plan Nacional de Apoyo a Familias 2015-2017 de “reducir los obstáculos que se encuentran las familias y que les dificultan o impiden lograr la conciliación de su vida familiar, laboral, profesional y personal fomentando, apoyando y promoviendo actuaciones, públicas y privadas, que contribuyan a hacer efectiva dicha conciliación, así como una mayor racionalización de horarios”, así como que otros familiares distintos a los padres puedan tener cabida en este tipo de medidas.