Laburpena:
Esta guía de buenas prácticas, publicada por el Real Patronato sobre Discapacidad y elaborada por el Centro de Normalización Lingüística de la Lengua de Signos Española (CNLSE), tiene como principal objetivo facilitar unos criterios técnicos y lingüísticos para la prestación del servicio de lengua de signos española que permitan a las personas sordas y sordociegas acceder a los contenidos emitidos por televisión en igualdad de condiciones que el resto de la población. En su redacción se ha tenido en consideración la heterogeneidad del colectivo, proporcionando así diferentes posibilidades de configuración para ajustarse a las necesidades de los diferentes usuarios. La guía comienza repasando los hitos más destacados que han tenido lugar en los últimos años en cuanto a la incorporación de la lengua de signos en los diferentes canales y programas de televisión en España. Tras ello, se revisa el marco normativo de aplicación en este ámbito, tanto a nivel nacional como internacional. A continuación, se realiza una recopilación de iniciativas y proyectos que, a través de Internet y las nuevas tecnologías, han facilitado los servicios de accesibilidad y, en particular, de la lengua de signos. El documento también contempla diferentes implementaciones de la lengua de signos en televisión (actuales y de tiempos recientes) e identifica sus parámetros y características, a partir de los cuales se realizan una serie de recomendaciones generales para la prestación del servicio. Asimismo, se proporcionan pautas de carácter técnico; sobre la producción y realización del servicio; y sobre la señalización del mismo. Por último, se dedica un capítulo a los aspectos relacionados con la calidad lingüística del servicio, donde se destaca la importancia de contar con profesionales de la traducción e interpretación, específica y especialmente formados y con experiencia en este campo. Con la aplicación de las directrices y buenas prácticas proporcionadas en esta publicación se pretende garantizar el acceso a las personas sordas y sordociegas usuarias de lengua de signos a los contenidos emitidos en televisión, tanto informativos como de ocio y entretenimiento, a fin de que puedan disfrutar de la programación en igualdad de condiciones que las personas oyentes.