Resumo:
Antecedentes y objetivo: La esquizofrenia se caracteriza por una distorsión del pensamiento, las percepciones, las emociones, el lenguaje, la conciencia de sí mismo y la conducta. Afecta a más de 21 millones de personas en todo el mundo y es una de las 10 enfermedades más incapacitantes según la Organización Mundial de la Salud; sin embargo, existe escasa evidencia sobre el déficit lingüístico con el que cursa la enfermedad. Metodología: Se trata de un estudio transversal y cuasi-experimental donde se analizan los datos de diferentes pruebas lingüísticas de las áreas de semántica y fonología en una muestra compuesta por 96 sujetos, de los cuales 48 (50%) tienen esquizofrenia y componen el grupo experimental y otros 48 (50%) no tienen ninguna enfermedad mental y componen el grupo control. Según la clasificación de Crow, el 56,2% de los participantes con esquizofrenia (27 sujetos) presentaba sintomatología positiva y el 43,8% (21 sujetos) presentaba sintomatología negativa. Resultados: Se observa un patrón de déficit según la sintomatología, así como una afectación de las áreas lingüísticas evaluadas (semántica y fonología). Conclusiones: la esquizofrenia cursa con déficit lingüístico en la semántica y en la fonología, siendo necesario evaluar dichas áreas lingüísticas para poder intervenir logopédica y multidisciplinarmente sobre ellas.