Abstract:
El pasado mes de julio de 2022, el Instituto de las Mujeres y el Ministerio de Igualdad del gobierno de España, lanzaron la campaña publicitaria “El verano también es nuestro”, con la intención de concienciar sobre la diversidad corporal de las mujeres y prevenir la violencia estética. Sin embargo, esta campaña suscitó considerables críticas al haber tomado sin consentimiento la imagen de varias mujeres para el diseño del cartel y modificado, además, el cuerpo de una de ellas con la finalidad de ocultar la prótesis que usa en una de sus piernas. El ensayo que presentamos analiza este caso como una clara expresión del discapacitismo interiorizado e institucional que hace posible significar un cuerpo no normativo por discapacidad como impresentable, llevando incluso a su borrado en el ámbito de la comunicación. Se reflexiona acerca de cómo estas prácticas afectan a la construcción de imaginarios colectivos y categorizaciones sociales en torno a la discapacidad, la posición como sujeto subalterno de la mujer con discapacidad y la necesidad de incorporar una perspectiva interseccional tanto en el movimiento feminista como en el movimiento social de la discapacidad.