Resumen:
Con el aumento de la esperanza de vida y la disminución de la tasa de natalidad, la proporción de personas de mayor edad está creciendo de manera significativa. Esta tendencia plantea importantes desafíos en términos de atención y cuidado de las personas mayores y dependientes. Desde el punto de vista de provisión, el acceso a los servicios parece encontrarse dividido en silos de producción independientes: el sistema sanitario, los servicios sociales y su financiación. Dentro de cada área específica, también existen desafíos en términos de cooperación y acceso. En el ámbito sanitario, nos encontramos con la dicotomía entre atención hospitalaria y residencial. Dentro de los servicios sociales, las opciones de atención residencial, de ayuda a domicilio, de teleasistencia y de rehabilitación se encuentran en numerosas ocasiones dispersas e inconexas entre sí, con diferentes interlocutores o requisitos, dependiendo de quién preste el servicio. El tercer gran reto es el acceso a la financiación. Existen diferentes fórmulas, pero también aparecen desdibujadas dentro del mapa inicial que cada familia debe trazar. Ya sea con ayudas públicas, financiación privada, ahorros familiares, patrimonio, etc., suponiendo una barrera más para un cuidado efectivo.