Resumo:
El artículo propone una reflexión simbólica y poética sobre la accesibilidad, inspirándose en la pintura aborigen australiana del “Sueño del agua”. A través de esta analogía, se plantea que la accesibilidad, al igual que el agua en las culturas del desierto australiano, es esencial para la vida y la participación plena en la sociedad. Las pinturas, con sus redes de pozos y caminos, evocan la necesidad de una accesibilidad continua, fluida y holística, que conecte todos los aspectos de la vida cotidiana, desde el transporte hasta la educación y el ocio. El autor también destaca la importancia de la cocreación en los procesos de diseño, integrando diversas perspectivas humanas, especialmente las de personas con discapacidad. Se cuestiona el predominio de símbolos occidentales como el “hombre de Vitruvio” y se propone abrirse a otras culturas y representaciones más inclusivas. Finalmente, se aboga por un “oficio de la accesibilidad” que combine empatía, interdisciplinariedad, sostenibilidad y compromiso con los derechos humanos, entendiendo la accesibilidad como un derecho básico y una práctica profesional que debe adaptarse a la diversidad humana.