Laburpena:
En los últimos años, las políticas de recortes en subvenciones destinadas a servicios y cuidados de personas con enfermedad mental están teniendo un impacto negativo sobre estas personas. En enero de 2014, el INE publicó los datos de defunciones en los que destaca que la principal causa externa de mortalidad en 2012 fue el suicido, produciéndose un incremento frente al año anterior de 11,3%. Además entre los grupos que experimentaron un mayor incremento de defunciones se encuentran los trastornos mentales y del comportamiento, con un 12% más que en 2011. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS), ha cuestionado que “a pesar de la necesidad simultánea de más servicios sociales y de salud mental debido al aumento de las tasas de trastornos mentales y suicidio”, se hayan generado “recortes en la financiación”. Algunas de las propuestas de FEAFES es este artículo son: la inclusión en la Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud de las medidas terapéuticas básicas para atender a las personas con trastorno mental grave; continuidad en el desarrollo e implantación de las recomendaciones establecidas en la Estrategia de Salud Mental aprobada por consenso de todas las comunidades autónomas en 2006 y revisada en 2009; que se facilite la autonomía personal e inclusión social y laboral real. En definitiva, no se debería permitir que la situación económica se convierta en una amenaza para la salud mental y el bienestar global de las personas, sino que deberían doblarse los esfuerzos por invertir de nuevo en sanidad pública, universal y gratuita, en fomento del empleo digno, en protección y apoyo social y en medidas especialmente dirigidas a los grupos más vulnerables, con mayor desigualdad y exclusión social.