Laburpena:
Las personas con discapacidad intelectual han pertenecido a una de las minorías a las que se le ha negado toda posibilidad de satisfacer sus necesidades afectivas y sexuales. Sin embargo, desde la óptica de la normalización e integración como principios básicos desde los que plantear la educación y forma de vida en nuestra sociedad de las personas con discapacidad intelectual, es necesario trabajar el tema de la sexualidad y relaciones interpersonales, ya que es un derecho que dichas personas tienen y del que nadie debe privarles. En este artículo se presenta una propuesta de intervención dirigida a personas con discapacidad intelectual, incluyéndose un trabajo previo tanto con profesionales como con familias, todo ello bajo el marco del modelo biográfico-profesional. El trabajo con profesionales consta de dos partes: (a) formación y (b) trabajo en grupo; el trabajo con familias se desarrolla a lo largo de 10 sesiones; y, el trabajo con personas con discapacidad intelectual abarca 35 sesiones (de las que se incluye el desarrollo completo de una sesión-tipo).