Laburpena:
Con los procesos de integración educativa de los estudiantes con
necesidades educativas especiales (NEE) asociadas o no a discapacidad y el concepto de
educación inclusiva, hemos iniciado con un nuevo desafío educativo: educar en y para la
diversidad. Dicha educación basada en el tema de los derechos humanos, en el respeto y
acogida a las diferencias individuales y defensoras de que la escuela regular es el lugar
idóneo para desarrollar las competencias sociales, motoras y cognitivas necesarias para
mejorar la calidad de vida y adaptarse a las dinámicas de la sociedad actual, nos obliga a
destacar la necesidad y la urgencia de transformar los estilos de enseñanza y el sistema
educativo en general. Para que esta transformación llegue a ser una realidad, se
necesitan de muchos cambios. En este artículo se revisan algunos aspectos que pueden y
han contribuido a ese cambio desde la clase de educación física, las estrategias
metodológicas a emplear en dichas clases, así como algunos ejemplos de actividades
físicas adaptadas que permiten la participación de todas y todos los estudiantes.
El propósito de la educación inclusiva y de los procesos de integración de estudiantes con
NEE asociadas o no a discapacidad en la clase regular de educación física es dar la
oportunidad de fomentar y poner en práctica los valores sociales, educativos y culturales,
necesarios para lograr una sociedad inclusiva en la que las diferencias se acogen y se
respetan. La educación física inclusiva tiene como objetivo fundamental, mejorar la
calidad de vida de todos y todas las participantes, mediante el desarrollo de competencias
físicas, motoras y espaciales que permitan mejorar su salud, seguridad y autonomía
personal, entre otras.