Resumo:
El envejecimiento de la población es uno de los principales retos de las sociedades occidentales, que obliga a pensar cómo organizar socialmente los cuidados: ¿qué tipo de protección social, quién debe prestar los cuidados o cómo deben prestarse? La respuesta política a estas preguntas se traduce en un sistema u otro de profesionalizar el trabajo de cuidados. El objetivo de este artículo es analizar los límites del proceso de profesionalización de las ocupaciones vinculadas a los trabajos de cuidado de larga duración a partir de la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de Dependencia. La hipótesis principal apunta hacia la existencia de factores socioestructurales que limitarían las posibilidades de construcción de un empleo reconocido, cualificado y, por tanto, con buenas condiciones laborales. Se propone una estrategia metodológica cualitativa, basada en el análisis de los discursos y los imaginarios de distintos perfiles de personas cuidadoras. Los resultados obtenidos permiten constatar la existencia de dificultades que provienen de la lógica de las profesiones existentes y de los imaginarios colectivos que amparan los valores, pautas y tradiciones familiares y culturales hegemónicas en la sociedad española.