Resumo:
La existencia de personas con diversidad funcional, que presentan dificultades para desenvolverse con normalidad en el contexto sociocultural en el que viven, pone a prueba el nivel de responsabilidad y madurez de una sociedad moderna. El presente trabajo pretende poner en valor la Educación Social y a la figura del Educador Social como profesional clave en los recursos de salud mental y para las personas que padecen alguna enfermedad mental crónica. Para ello se realizó el análisis de un taller elegido al azar en un CEEM (Centro Específico para personas con Enfermedad Mental crónica) en la Comunidad Valenciana. Dicho análisis se llevó a cabo con una doble pretensión: primera, estudiar en detalle sus características (tanto positivas como negativas) a fin de lograr una visión completa del mismo; segunda, utilizar los resultados como punto de partida para realizar una serie de propuestas de mejora y revalorizar, al mismo tiempo, la figura del Educador Social. La técnica empleada fue realizar un DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) 1x4 de las actividades llevadas a cabo en el taller de educación física. Entre las conclusiones obtenidas destaca el papel que los Educadores Sociales pueden y deben jugar no sólo en la programación y puesta en práctica de este tipo de talleres, sino en la reinserción social de los enfermos mentales como ciudadanos con plenos derechos.