Resumo:
La intervención en Atención Temprana está necesariamente dirigida al niño y a su familia. Conseguir mejorar la intervención y colaboración con la familia, a partir de unas adecuadas prácticas relacionales, es una preocupación actual en la disciplina. Nuestro objetivo fue comprobar si determinadas habilidades de inteligencia emocional, en los profesionales, pueden estar vinculadas con un mayor o menor ejercicio de prácticas relacionales con la familia. Participaron 420 profesionales, 25 hombres y 387 mujeres, de 13 comunidades autónomas de España. Cumplimentaron dos instrumentos: Trait Meta-MoodScale (TMMS-24), del grupo de investigación de Salovey y Mayer, traducida por Fernández-Berrocal y Extremera (2006); Inventario sobre Práctica Profesional en Atención Temprana (IPPAT), creado al efecto. Los resultados demuestran que los profesionales de Atención Temprana realizan prácticas relacionales en sus intervenciones y poseen altos niveles de habilidades emocionales. Con todo, encontramos diferencias significativas en estas prácticas relacionales en función de sus puntuaciones en las habilidades de inteligencia emocional. Los resultados se discuten también en términos de sus implicaciones de cara a la formación de futuros profesionales en Atención Temprana.