Resumen:
La lingüística aplicada a las lenguas de signos o signolingüística, como se la reconoce en el ámbito de algunos equipos de trabajo centrados en el estudio lingüístico de las lenguas signadas, es uno de los espacios de investigación más recientes dentro de la lingüística general. En principio, desde esta perspectiva tendría un objeto y un campo de estudio que, aunque comparable, es diferente al campo de estudio de la lingüística general que desde siempre ha tenido como objeto de estudio las lenguas orales. No obstante, la abundante bibliografía existente sobre trabajos de investigación llevados a cabo en torno a las lenguas signadas podría justificar ya de por sí el reconocimiento de un espacio propio dentro de la lingüística general. Lo que se presenta en este artículo tiene una triple finalidad: ratificar las lenguas signadas como verdaderas lenguas; dejar patente esta realidad mediante un breve pero significativo recorrido diacrónico, desde los primeros estudios lingüísticos sobre las lenguas signadas hasta algunas de las más recientes investigaciones; y, por último, exponer una serie de reflexiones sobre la pertinencia de la denominación signolingüística para referirse apropiadamente al espacio, dentro de la lingüística general, que representaría esta supuesta nueva disciplina, así como la idoneidad o no del uso de otros términos similares que se manejan actualmente dentro el ámbito de la lingüística aplicada a las lenguas signadas.