Resumo:
La pandemia del Covid-19 ha tenido un fuerte impacto sobre la vida de las mujeres que, según se indica, ha sido mayor debido a los aspectos vinculados directamente con las desigualdades estructurales de género que tienen que ver con la feminización del sector de trabajo sanitario y de servicios esenciales, la falta de corresponsabilidad en el entorno privado y doméstico. Otros factores que están influyendo negativamente sobre las mujeres en la era COVID-19 son el aumento de la violencia de género y la dificultad de acceso a servicios de salud en todo el mundo, la mayor probabilidad de perder el empleo, o el aumento de las tareas de cuidados no remunerados y efectos en la salud general y mental de las mujeres, lo que afecta de manera dramática la calidad de vida. Durante el periodo de confinamiento se produjo además un aumento de la violencia machista, dado que las mujeres víctimas de violencia de género debieron convivir con su agresor y sus movimientos estaban limitados. En estos casos, las mujeres con discapacidad están más expuestas, ya que existe una mayor dependencia de las personas cuidadoras. Se pone de manifiesto en el texto que esta crisis sigue sin asegurar el enfoque de género en la respuesta que se está ofreciendo a las personas con discapacidad y se indican las medidas puestas en marcha por Fundación Cermi mujeres para asegurar la plena accesibilidad de las vías de denuncia y acceso a la información en este ámbito. Para finalizar, se expone en qué consistió la iniciativa “No estás sola” como buena práctica para el acompañamiento de mujeres y niñas con discapacidad, madres, profesionales y cuidadoras, que fue articulada a través de sesiones virtuales semanales sobre diferentes temáticas de interés para las mujeres del movimiento CERMI y para otras mujeres con discapacidad de la comunidad latinoamericana. Se concluye que estos grupos virtuales han resultado ser herramientas muy útiles en un proceso de la globalización de inquietudes, necesidades e intereses comunes de las mujeres con discapacidad y de poner en marcha una política feminista desde la sororidad.