Resumen:
En las aulas existen y conviven multitud de alumnos diferentes entre ellos. Dichas diferencias, requieren atenciones específicas e individualizadas. La labor del maestro es sin duda dar respuesta de la manera más acertada posible una correcta atención y respuesta a sus necesidades educativas especiales. Se entiende por necesidades educativas especiales aquellas dificultades que presentan los alumnos para acceder de forma correcta al aprendizaje. Estas dificultades pueden ser de varios tipos: emocionales, intelectuales, físicas, problemas motrices visuales, auditivas, etc. La atención a la diversidad es sin lugar a dudas el pilar y la clave para una educación inclusiva de calidad y es una fuente de enriquecimiento para toda la comunidad. La actitud, comportamiento y formación inicial del personal docente ante las diversas situaciones, es el primer paso hacia una correcta inclusión. Se debe de ver la formación de los alumnos en el proceso de inclusión como la formación de los futuros adultos que convivirán en una sociedad.