Resumo:
Es sabido que el avance hacia culturas, políticas y prácticas más inclusivas es un proceso complejo y dilemático. Los obstáculos se acrecientan cuando se trata de alumnado con mayores dificultades como es el caso del Trastorno del Espectro del Autismo (TEA). La Comunidad de Madrid, al igual que otras comunidades autónomas, viene desarrollando un programa de escolarización preferente para este alumnado, en un intento de incluir al alumnado con TEA, que hasta el momento se situaba en centros específicos, en centros educativos ordinarios. La investigación desarrollada trata de identificar y analizar la concreción de las dimensiones de la inclusión en Educación Infantil (Booth y Ainscow, 2006) en el marco de la propuesta educativa que desarrollan estos centros. Para ello, una estrategia necesaria es tener muy presentes “las voces” (Susinos y Ceballos, 2012) de familias y docentes como expresión de sus anhelos y expectativas, y también de sus logros, dificultades y propuestas de mejora que subyacen en la labor que realizan diariamente. Conocer la percepción por parte de familias y docentes en relación a las características que definen la inclusión en los centros, la importancia de un liderazgo pedagógico en los equipos directivos, el alto compromiso y satisfacción del profesorado con el trabajo que desarrolla, así como los altos índices en la participación de las familias en los centros son algunos de los resultados que se muestran en el artículo como indicadores clave para favorecer los procesos de inclusión educativa.