Laburpena:
La música ha sido típicamente entendida como un fenómeno acústico, íntimamente relacionado con los componentes estructurales del sistema auditivo y sin los cuales resulta impensable que se pueda percibir. Dado ésto, las experiencias musicales han sido concebidas para las personas oyentes y no para las personas sordas, quizás porque resulta desconcertante tan siquiera imaginar como una persona que no puede escuchar el sonido pueda vivenciarlas de una forma genuina y diferente. Lo que se pretende en este escrito es sostener que la música va más allá de la sensación que se percibe en el oído y que es definida como sonido, razón por la cual la sordera no se constituye en un impedimento para poder percibirla.